Los sistemas de tracking video están vinculados al campo de computer vision, su aplicación en el ámbito del arte proporciona una información importante para explorar nuevos modos de conexión e interactividad entre el cuerpo físico del espectador y la representación del mundo digital. A través del ojo de la cámara, el sistema puede reconocer posiciones, movimientos, colores, gestos o rostros, dentro de su campo visual, siempre que las condiciones de iluminación sean favorables.
Conociendo esos datos, se pueden programar aplicaciones ante las que el espectador puede interactuar de forma más intuitiva, denominándose por ello interfaces gestuales, es decir, se interactúa con la pieza sin tocar botones u otros interfaces físicos. En el arte interactivo y electrónico son numerosos los ejemplos de este tipo de aplicaciones, que también ha incrementado su presencia en las artes escénicas.